December 14, 2022
Washington, D.C. – El Caribe ha experimentado un aumento en los delitos financieros en los últimos años, incluidos los esquemas de fraude. El fraude financiero tiene un impacto generalizado en toda la región, involucrando cientos de millones, si no miles de millones de dólares en ganancias ilícitas cada año, afectando la seguridad económica de los países y de la región en su conjunto, y generando un cierto nivel de violencia asociada.
El nuevo informe de Global Financial Integrity, Financial Fraud in the Caribbean (“Fraude Financiero en el Caribe”) examina la prevalencia y la dinámica de este delito financiero. Analiza los actores y facilitadores involucrados, los métodos de contacto utilizados por los perpetradores y los canales utilizados para mover las ganancias asociadas. También evalúa las políticas actuales y la aplicación de la ley. Además, el informe proporciona cinco estudios de casos de países, donde se examinan los contextos de Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Jamaica y Trinidad y Tobago.
El informe incluye entrevistas con expertos en la materia de las fuerzas del orden público, unidades de inteligencia financiera (UIFs), comisiones de servicios financieros (CSFs), organizaciones multilaterales, sector privado y medios de comunicación. En base a la información de las entrevistas e incluyendo una investigación de antecedentes, el informe i) considera la efectividad de la respuesta de la región respecto al fraude, explorando específicamente el éxito de los esfuerzos nacionales y/o regionales, ii) analiza la fuente de esas debilidades y iii) evalúa el desempeño en cuatro áreas clave: prevención, detección, investigación y enjuiciamiento.
Las siguientes son algunas de las observaciones clave incluidas en el informe:
- Los tipos de fraude más comunes en el Caribe incluyen fraudes de tarifas anticipadas, específicamente estafas de lotería/premios, estafas de compras en línea y estafas románticas, así como esquemas Ponzi y piramidales.
- Los esquemas piramidales en la región con frecuencia se aprovechan de la familiaridad de los ciudadanos con el “sou-sous”, una práctica comunitaria legitima, pero informal de ahorro.
- El método de contacto entre la víctima y el estafador a menudo depende del tipo de fraude que se comete, la sofisticación de los esquemas y la clase de víctimas involucradas. Por ejemplo, las estafas de lotería se basan principalmente en el teléfono, mientras que las estafas románticas se perpetran en línea y a través de las redes sociales.
- Según los expertos entrevistados, los principales canales utilizados para mover los productos del fraude son el contrabando de efectivo, las empresas de servicios monetarios, transferencias bancarias, lavado de dinero basado en el comercio y las plataformas de transferencia de dinero en línea.
- Los países del Caribe cuentan con leyes vigentes para abordar las clases de fraude presentados en este informe, sin embargo, muchos países enfrentan desafíos al traducir estas leyes en acciones efectivas de cumplimiento.
- La prevención e investigación del fraude en la región enfrenta barreras culturales. Algunos ciudadanos pueden percibir de manera errónea los esfuerzos de los gobiernos para combatir el fraude como un intento de evitar que ganen dinero. Otros pueden dudar en denunciar ser víctimas de fraude debido a algún estigma cultural.
Las principales recomendaciones para los sectores público y privado incluyen lo siguiente:
- Si bien se utilizan campañas de concientización para sensibilizar a los ciudadanos sobre los riesgos, los sectores público y privado deberían incluir medidas adicionales para evaluar y mejorar la eficacia de estas campañas.
- Dada la prevalencia de los esquemas de fraude de inversión, los gobiernos deberían facilitar a los potenciales inversionistas, la verificación de las personas y empresas registradas para realizar negocios en una jurisdicción.
- Los fiscales y las fuerzas del orden que trabajan en casos de fraude podrían explorar el uso de la legislación fiscal cuando no es posible el decomiso de activos civiles.
- Los legisladores y políticos deberían evaluar la legislación actual de protección al consumidor para formular posibles mejoras.
- Los países de la región deberían crear juzgados que sólo atiendan casos de delitos financieros.
- Reconociendo que todas las jurisdicciones enfrentan amenazas de delitos financieros, el sector privado debería tomar medidas para evaluar y mitigar el riesgo de manera matizada y basada en evidencia, evitando el “de-risking” o “eliminación de riesgos”.
Este informe es parte de un proyecto más amplio donde GFI analiza los delitos financieros en América Latina y el Caribe. El primer informe del proyecto titulado en inglés, “Financial Crime in Latin America and the Caribbean: Understanding Country Challenges and Designing Effective Technical Responses” (“Crímenes financieros en América Latina y el Caribe: Entendiendo los desafíos de los países y diseñando respuestas técnicas efectivas”) abarcó las tendencias de los delitos financieros en todo el hemisferio. Examinó los ingresos ilícitos de la corrupción, tráfico de drogas, tráfico de minerales, trata de personas y tráfico ilícito de migrantes. Continuando con este esfuerzo, el presente informe es parte de una nueva iniciativa de cuatro secciones para comprender las amenazas más recientes de los delitos financieros en el hemisferio.
Para leer el reporte completo haga click aquí (Disponible sólo en inglés).
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SOBRE GFI: Global Financial Integrity (GFI) es un centro de investigación con sede en Washington D.C. en EE.UU, que realiza análisis rigurosos sobre los flujos financieros ilícitos (FFIs), asesora a gobiernos respecto a soluciones políticas eficaces y promueve medidas pragmáticas para fomentar la transparencia en el sistema financiero internacional como medida de desarrollo y seguridad global.
CONTACTO:
Katherin Alfonso
Coordinadora de Incidencia y Comunicaciones