Global Financial Integrity (GFI) & Cedetrabajo presentan su nuevo informe, ‘Flujos financieros ilícitos y Colombia‘, con aportes del Economist Intelligence Unit.
El informe examina los principales flujos financieros ilícitos en Colombia como el comercio fraudulento, el contrabando de oro, el narcotráfico, y la gran corrupción. Estos flujos financieros ilícitos tienen un alto costo social para Colombia. El informe explora las implicaciones de estas pérdidas de ingresos relacionados a los esfuerzos de Colombia para alcanzar los objetivos indicados de su Plan Nacional de Desarrollo, así como los esfuerzos relacionados para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Con respecto a la facturación comercial fraudulenta, GFI calcula que el gobierno colombiano perdió aproximadamente 2,8 mil millones de dólares en ingresos en 2016. Este monto es equivalente a aproximadamente el 5,2 por ciento de los ingresos de impuestos colombianos totales recaudados ese año. Además, GFI encontró una brecha de 10,8 mil millones de dólares entre las exportaciones oficiales reportadas por Colombia y las importaciones colombianas reportadas por sus socios comerciales.
Entre los resultados clave del estudio, se encuentran:
- Los flujos ilícitos salientes debido a la facturación falsa alcanzaron los 6,1 mil millones de dólares en 2016 y los flujos ilícitos entrantes, 4,8 mil millones de dólares;
- En 2016, los productos principalmente ligados a la facturación falsa incluyen combustibles minerales, piedras y metales preciosos, y maquinaria;
- Los países comerciales socios principalmente asociados con las transacciones comerciales mal facturadas en 2016 fueron los Estados Unidos, China y México;
- Los hallazgos de Cedetrabajo indican que, si Colombia frenara la pérdida de ingresos debido a la facturación comercial falsa, podría realizar por más de ocho veces sus gastos proyectados del NDP para los cuatro próximos;
- El análisis de la Unidad de Inteligencia de The Economist (The Economist Intelligence Unit, EIU) sobre los FFI en Colombia identificó que la economía informal en el país proporciona un entorno favorable para las actividades ilícitas de muchos tipos, como la facturación falsa, la gran corrupción, la evasión de impuestos, el contrabando y crímenes trasnacionales.
Dados estos hallazgos, GFI recomienda que el gobierno colombiano debería evaluar los riesgos de la facturación comercial falsa, la seguridad y el abuso general de canales comerciales antes de coordinar cualquier procedimiento de cumplimiento normativo en las áreas aduaneras que podrían clasificarse de alto riesgo o vulnerables. Además, es importante introducir el requisito de beneficiarios finales como parte de la ley de aduanas y así como también involucrar a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) en futuras Evaluaciones Nacionales de Riesgos.