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Informe encuentra que la facturación comercial fraudulenta sigue siendo un problema masivo y persistente

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WASHINGTON D.C., 16 de diciembre de 2021 (@Illicitflows) – El informe publicado hoy por Global Financial Integrity (GFI) encontró un estimado de al menos US$ 1,6 billones en potencial facturación comercial fraudulenta en 134 países en desarrollo, de los cuales US $ 835 mil millones ocurrieron entre países en desarrollo y 36 economías avanzadas, en 2018. Este informe, Trade-Related Illicit Financial Flows in 134 Developing Countries 2009-2018 (Flujos financieros ilícitos relacionados con el comercio en 134 países en desarrollo 2009-2018) muestra que la facturación comercial fraudulenta es un problema persistente en los países en desarrollo, lo que resulta en pérdidas de ingresos masivos y flujos financieros ilícitos a través de fronteras internacionales.

El presidente y director ejecutivo de GFI, Tom Cardamone, sostuvo que “en una época en la que los países en desarrollo luchan por cada centavo para financiar vacunas y medicamentos para combatir las infecciones por COVID-19, se dejan de recaudar miles de millones de dólares en aranceles e impuestos. Es absolutamente impactante” y que “pocos gobiernos están prestando atención a estas pérdidas masivas”.

De acuerdo con el informe, México es el país de América Latina con mayor brecha de valor entre 2009 y 2018, como resultado del comercio del país con 36 economías avanzadas, (US$35.4 mil millones al año en promedio), por detrás de China y Polonia, respectivamente. Y es el séptimo país en el ranking de brechas de valor en cuanto al comercio general del país con todos sus socios comerciales, con (US$47 mil millones al año en promedio durante este periodo), seguido de Brasil, otro país latinoamericano en el top de la lista, con (US$46 mil millones al año en promedio).

Las brechas de valor promedio anuales identificadas en el comercio entre 2009 y 2018, entre algunos países de América Latina y todos sus socios comerciales, son las siguientes:

Argentina (US$14 mil millones al año), Chile (US$14 mil millones al año), Colombia (US$10 mil millones al año), Perú (US$8.6 mil millones al año), Venezuela (US$6.7 mil millones al año), Ecuador (US$4.5 mil millones al año), Guatemala (US$3.3 mil millones al año), República Dominicana (US$2.8 mil millones al año) y Panamá (US$2.5 mil millones al año).

Para Rick Rowden, autor del informe y economista senior de GFI, “Estas brechas de valor son diferencias o discordancias entre lo que México y sus socios comerciales han reportado de forma oficial acerca del valor de sus transacciones comerciales cada año durante el periodo que examinamos. Aun cuando deben existir razones para que hayan incongruencias entre los datos de comercio internacional, GFI considera que la mayoría de las brechas de valor identificadas reflejan facturación fraudulenta, lo cual significa que tanto importadores como exportadores deliberadamente falsificaron el valor declarado en las facturas de los bienes comerciados ante las agencias aduaneras, como un mecanismo para mover dinero ilegal a través de las fronteras. Los comerciantes aplican la facturación fraudulenta para evadir impuestos u obligaciones aduaneras, lavar ganancias provenientes de actividades criminales, eludir los controles de divisas u ocultar las ganancias en cuentas bancarias internacionales”.

La facturación comercial fraudulenta se produce cuando los importadores y exportadores falsifican deliberadamente el valor declarado de las mercancías en las facturas enviadas a las autoridades aduaneras. Esto permite a los comerciantes mover ilegalmente dinero a través de fronteras internacionales, evadir impuestos y/o aranceles aduaneros, lavar las ganancias de actividades delictivas, eludir controles de divisas y ocultar ingresos en cuentas bancarias offshore.

Las brechas de valor, o incongruencias en las transacciones comerciales internacionales, indican que los países en desarrollo no están recaudando la cantidad correcta de impuestos y aranceles relacionados con el comercio que se adeuda, lo que genera pérdidas masivas de ingresos. Si bien estas brechas de valor son sólo estimaciones de facturación fraudulenta, si indican la magnitud del problema.

Con el fin de identificar la facturación comercial fraudulenta, GFI examinó oficialmente los datos comerciales reportados a las Naciones Unidas para identificar brechas de valor, o incongruencias, con respecto a los datos relacionados con el comercio entre dos países específicos. Si bien existen razones por las que algunas congruencias aparecen regularmente en los datos del comercio internacional, GFI considera que la mayoría de los vacíos identificados son indicativos de facturación comercial fraudulenta. GFI examinó todos los datos comerciales bilaterales de 134 países en desarrollo, así como el comercio entre esos países y 36 economías avanzadas.

Otros resultados clave:
• Hay una brecha de valor comercial de US$ 1,6 billones identificada entre 134 países en desarrollo y todos sus socios comerciales mundiales, durante 2018;
• Hay una brecha de valor comercial de US$835.000 millones identificada entre 134 países en desarrollo y un conjunto de 36 economías avanzadas, durante 2018;
• Los países en desarrollo con mayores brechas de valor comerciales, con 36 economías avanzadas en 2018, son China (US$ 305.000 mil millones), Polonia (US$ 62.300 mil millones), India (US$38.900 mil millones), Rusia (US$32.600 mil millones) y Malasia (US$ 30,7 mil millones);
• Los países en desarrollo con las mayores brechas de valor comerciales, con 36 economías avanzadas en 2018 (como porcentaje del comercio total), son Gambia (45,0%), Malawi (36,6%), Surinam (31,9%), Kirguistán (30,6%) y Belice (29,2%).

Recomendaciones:
A nivel nacional, los países deberían:
• Declarar ilegal la facturación comercial fraudulenta;
• Fortalecer las capacidades de aplicación de la ley de las autoridades aduaneras;
• Establecer equipos multiagencia para abordar el fraude aduanero, la evasión fiscal y otros delitos financieros;
• Implementar herramientas de evaluación de riesgos de facturación comercial fraudulenta de fácil acceso;
• Fortalecer la supervisión aduanera de las Zonas Francas;
• Establecer Comités Nacionales de Facilitación del Comercio.

A nivel internacional, los países deberían trabajar juntos para:
• Ampliar el intercambio de información entre países importadores y exportadores;
• Explorar el uso de la tecnología de contabilidad distribuida para identificar facturación comercial fraudulenta.
GFI confía que este análisis ayude a los países en desarrollo a comprender la magnitud de la actividad de facturación comercial fraudulenta y la potencial pérdida masiva de ingresos en las que están incurriendo debido a impuestos y aranceles no cobrados. Es necesario adoptar medidas concretas para reducir la facturación comercial fraudulenta a fin de abordar los flujos financieros ilícitos a través de las fronteras internacionales de manera más amplia.

Para mayor información sobre el informe y/o entrevistas por favor contactar a Katherin Alfonso (kalfonso@gfintegrity.org) o Lauren Anikis (lanikis@gfintegrity.org).